
- Anticipación – Ya es primavera el 2/marzo
- Extensión – Semana Fantástica del 29/mayo al 30/junio, 8 días de oro del 31/octubre al 22/noviembre
- Posposición – Llévatelo ahora y no pagues hasta el 2010
- Repetición – Compra ahora estas marcas, y te devolvemos el 10% para que lo gastes en tus compras de junio en estas otras marcas.
- Da a conocer tus productos antes que la competencia: porque el que da primero da dos veces y porque podrás capturar a los early adopters (precisamente los que más gastan) antes que se los lleve tu competidor.
- La limitación temporal (“sólo hasta…”) es uno de los elementos promocionales más eficaces y llega a cambiar la decisión de compra que habría tomado incluso un comprador habitualmente muy racional. Y en este caso, ver durante 10 días el cartelón de la Semana Fantástica añade más presión: sólo es una semana y lo he visto hace días, tengo que ir ya o se me escapará…
- Responde a las objeciones del cliente: facilita el pago para que el “ahora no tengo dinero” no mate la venta. Incluso da un paso más: reduce la importancia del precio al ponderar el valor de lo comprado.
- Da incentivos que fomenten la segunda compra. No sólo porque una segunda visita es una oportunidad para más ventas, sino porque diferir el descuento a un segundo momento reduce su redención real pero no tanto su percepción.
¿Se te ocurre algún otro ejemplo de uso de la variable tiempo que haga El Corte Inglés?
A mí la utilización del tiempo que más me gusta son las rebajas. Todos pensamos que son una forma de liquidación del s

Sin embargo creo que estas rebajas de verano que comienzan con descuentos de hasta el 70% son algo diferentes y van más allá de la segmentación y de la liquidación. Son algo más básico: la búsqueda del punto de equilibrio entre las curvas de oferta y demanda, el ajuste de los precios a una demanda que no tira porque o no puede o tiene miedo a comprar.
Gran reflexión. Es como la teoría de la relatividad (de la duración del tiempo) en el mundo del marketing. Respecto a los productos de lujo, y su ausencia de rebajas, ahí tenemos a los outlets (off y online) aprovechando "su tiempo" y sacando "su margen"; gracias a ellos, las marcas de lujo no perjudican su imagen en tienda con rebajas y, al mismo tiempo, evitan comerse todo el stock sobrante.
ResponderEliminarToda la razón, Pedro: los outlets son las liquidaciones de las marcas de lujo. Y aquí la segmentación ya no es solo temporal sino también física: el producto se compra en otro lugar, muchas veces fuera de la ciudad y por tanto alejado de la red de puntos de venta normal y exclusiva. Doble barrera para separar a los clientes...
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